Mis primeras ideas

 Antes de comentar mis primeras ideas sobre la instalación, os hablare un poco de mi.

La trayectoria que he seguido estos años ha sido la mente humana. ¿A que me refiero exactamente? Pues la mente humana es muy compleja, hay veces que se despista y pierde un poco el rumbo, y por eso existen las enfermedades mentales. Por desgracia, la mente es una parte del cuerpo que no recibe el suficiente tratamiento cunado algo va mal, y es por eso por lo que mis obras van enfocadas a ellas. Porque necesitan ayuda y no la reciben. 

He trabajado sobre las inseguridades y los complejos, la depresión, las obsesiones, los problemas alimenticios que derivan en anorexia y bulimia,... Y es una línea que me gustaría continuar.

 

Chiharu Shiota. The lenguaje of god. 2000.
En este trabajo he decidido hablar sobre la memoria, de su existencia y de que esta construida.

¿Qué es la memoria? Es la capacidad para evocar hechos o experiencias del pasado, es la aptitud de conservar impresiones, en especial las que afectan al espíritu. 

Y, ¿Qué son los recuerdos? Son imágenes conservadas en la mente de las experiencias vividas, o objeto que sirve para traer a la mente algo o alguien.

Y... ¿Qué sucede si nos quedamos sin recuerdos?

En mi opinión, nuestros recuerdos son todas esas sensaciones que guardamos en nuestro interior. La mayoría de ellos son imágenes ya que cuando por ejemplo olemos algo que nos es familiar, nos trasportamos a un lugar en concreto, en un tiempo determinado y lo visualizamos en nuestra mente como si fuese una película.

Todos estos recuerdos nos van formando como persona, y crean conexiones entre ellos que forman la memoria. Porque sin ningún recuerdo, la memoria sería inexistente y tendríamos un vacío por dentro.

Por ello, mi idea de instalación es, en una habitación oscura, colgar hilos de micro luces led del techo formando una especie de red, para representar todas esas conexiones (luces) que forman la memoria. De esos hilos, colgar recuerdos que puedan evocar algo a la mayoría de la gente (caramelos, juguetes pequeños, objetos escolares,...) y que de alguna forma, al coger recuerdos, las luces se vayan apagando. En el momento que la sala se quedase sin recuerdos, se quedaría totalmente a oscuras. 

Se habría alcanzado esa ausencia de memoria, ese vacío que se queda en alguien que no tiene nada que recordar. 




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